Para nosotros la Observación del Oso Pardo no es más que una excusa para conocer lugares de la península ibérica que han sido elegidos por este animal para crecer y volver a ser parte de nuestros bosques.
La verdad que ver uno de los casi 400 osos pardos que viven en la península ibérica es más que difícil aun conociendo sus costumbres, lugares de cría o de celo. Simplemente muchas veces caminar por un sendero soñando con ver un oso pardo o descubrir algún indicio de su paso es más que una recompensa.
Además el oso pardo, no solamente se protege con su tamaño o leyendas, sino que existe una extensa regulación para que el oso pardo continúe su crecimiento dentro del paisaje ibérico.
EL OSO PARDO EUROPEO
¿Quiénes son los Osos Pardos?
El Oso Pardo Europeo, Ursus Arctos es un animal mamífero de la familia Ursidae, que se distribuye por toda Europa, aunque debido a la caza y otras amenazas que ha sufrido ha ido despareciendo.
Este mamífero como superviviente se ha ido adaptando a las diferentes circunstancias que ha ido encontrando. Hoy en día existe en España una legislación que le da una gran protección.
Existen en Europa dos poblaciones, la oriental situada en Rusia y Países Nórdicos y la occidental que va desde los Balcanes hasta la Península Ibérica. Estas dos últimas se diferencian genéticamente debido a la falta de conexión entre ambas poblaciones en muchos años. En España el oso pardo estuvo extendido en la mayoría de los bosques de la mitad norte de la península ibérica, desapareciendo del sistema central a principios del siglo XIX. En Pirineos se consideró extinto al oso pardo autóctono en 2010 con la muerte del macho Camille.
¿Cómo son los Osos Pardos?
Vamos a intentar describir a uno de los animales más grandes de la península ibérica, y el que es seguro es el carnívoro de mayor tamaño que camina por tierras peninsulares.
Como bien dice su descripción, como plantígrado, es un animal que apoya toda la planta de los pies y de las manos al caminar, algo muy característico a la hora de diferenciar sus huellas. Las huellas son muy características, y en muchas ocasiones dejan clavadas las uñas en el suelo. También se pueden encontrar muestras de sus uñas en árboles donde deja marcas al rascar.
No suelen superar los 30 años de edad, aunque se han encontrado algún espécimen con 34 años. La media de edad comprende los 25 años en libertad.
Los osos pardos muestran un dimorfismo sexual, es decir, la diferencia de tamaño entre los machos y las hembras es muy evidente. Siendo el macho mucho más grande que la hembra. Un macho adulto mide de hocico a cola unos 2,5 metros y pueden llegar a los 1, metros de alto en la cruz.
- Macho adulto Oso Pardo: 250 – 300 Kg
- Hembra adulta Oso Pardo: 150 – 250 Kg
El color de su pelaje varía, aunque se les conozca como osos pardos, estos pueden tener colores desde el rubio hasta el marrón oscuro, pasando por tonos miel o incluso grises. Los oseznos nacen con un collar blanco que les desaparece en la primera muda, porque como la mayoría de los animales “peludos” cambian el pelaje una vez al año.
Tienen una dieta totalmente oportunista. Aunque su dentadura con grandes colmillos, como animal carnívoro que es, podría indicar que se trata de un animal con una dieta basada en el carne, no es así. El oso tiene dientes preparadas para cortar y triturar por lo que se le puede considerar un animal totalmente omnívoro.
Según la época del año en la que se encuentre el Oso Pardo se alimentara de una u otra cosa. Su alimentación varía entre los gamones y hormigueros en primavera que escava hasta encontrar las larvas, los arándanos y cerezas en verano, las castañas y bellotas en otoño y toda la carroña que se pueda encontrar en cualquier momento del año.
Uno de sus mayores manjares es la miel, es por eso que en regiones como Alto Sil y Laciana, se han creado protecciones especiales llamadas cortines para las colmenas. Estos cortines solían ser redondos con unas lajas de piedra arriba para que en el caso de que el oso escalara, las piedras cayeran obre ellos y huyeran. Hoy en día se están sustituyendo por cercos electrificados.
Aunque se le puede ver cazar, y es un gran cazador, como se demuestra en Alaska y en la Columbia Británica donde pescan tanto salmones como cazan caribús, en España es raro verlos depredar de esa manera.
El Oso Pardo era una de esas especies hibernantes, que durante el otoño cogía reservas para pasar el invierno en su “caverna”, pero el cambio climático, los inviernos más suaves, están demostrando que estas hibernaciones se están reduciendo considerablemente. Las hembras sí crían a sus cachorros los primeros meses dentro de sus oseras escavadas por ellas. Los primeros días después de salir de la osera suele ser un momento muy especial para la observación de los osos pardos, siempre manteniendo las distancias y todas las medidas de seguridad posible.
El celo de los osos pardos tiene lugar entre mayo y julio y suele ser una experiencia espectacular de la naturaleza donde se pueden observar todo tipo de momentos, desde peleas entre machos, entre hembras y machos hasta la muerte de cachorros para obligar a las hembras a entrar de nuevo en celo.
Distribución del Oso Pardo en España
El oso pardo en España se distribuye en 3 poblaciones, la oriental y la occidental del considerado oso pardo cantábrico y de la pirenaica, un oso de mayor tamaño que se está repoblando con ejemplares traídos de la población balcánica en Eslovenia.
- La población occidental es mayor de todas la poblaciones en la península ibérica. Se divide de la población oriental por el puerto de Pajares, y comprende casi un 30% de sus ejemplares en León y un 70% en Asturias. Se han encontrado ejemplares que han cruzado hasta Galicia, incluso recientemente uno fue observado en Portugal.
- La población oriental menos numerosa y probablemente más amenazada se localiza entre Palencia, parte de León, Cantabria y en menos medida en Asturias.
- La población en Pirineos se divide igualmente entre central y occidental. Habiendo sido introducidos en la mayoría desde Francia gracias a un proyecto LIFE que suscitó muchas críticas entre ganaderos.
Dónde viven los Osos Pardos
Siempre nos imaginamos a los osos pardos en grandes montañas y cumbres, y ¡Sí! podemos verlos allí, pero no es su hábitat. La observación del oso pardo suele ser más común en bosques frondosos de las montañas, zonas de avellanos, encinas, robles o castaños. Los osos pardos pueden desplazarse muchos kilómetros en busca de comida o en celo por lo que se les puede encontrar en muchos lugares. Comienza a ser común en muchas áreas rurales verles pasear cerca de las basuras o subirse a los cerezos.
Las hembras suelen escavar sus oseras en lugares escarpados de difícil acceso para proteger a sus crías frente a otros machos y el humano. Durante las primeras semanas desde que sale la hembra de su cueva no realizan grandes desplazamientos, a no ser que se encuentren en peligro o crean que ha llegado el momento de “mover” a los oseznos. Por cierto estos no suelen emanciparse hasta los dos años. ¡Vividores!
NORMATIVA DE PROTECCIÓN
El Oso Pardo es una especie catalogada como en Peligro de Extinción y su observación y contacto con la especie está extremadamente regulada. El Oso Pardo está incluido en el Libro Rojo de los Vertebrados de España donde se establecen las categorías de protección de las especies de España. También aparece en el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad se establecen las normas de protección y sancionadoras para especies en peligro de extinción y sus hábitats.
Sin perjuicio de lo que dice la normativa estatal, cada comunidad autónoma tiene su propia legislación, así como Parques Nacionales (como el de Picos de Europa, Ordesa y Aigüestortes).
Existen otros documentos interesantes sobre la Protección jurídica Oso Pardo o la Estrategía para la Conservación del Oso Pardo, también podemos encontrar un Programa de acciones para la conservación del Oso Pardo y su hábitat en la Cordillera Cantábrica.
Un documento muy interesante para la observación del Oso Pardo lo encontramos pulicados por el Ministerio de Transición Ecológica y se llama Buenas prácticas para observación de Oso Pardo.
OBSERVACIÓN DEL OSO PARDO
ALTO SIL Y LACIANA
Los municipios de Páramo del Sil, Palacios del Sil y Villablino engloban la mayor parte de osos pardos cantábricos de las poblaciones occidentales en León. El avistamiento de osos pardos en Alto Sil y Laciana es una experiencia única, gracias a la buena conservación de su hábitat a pesar de las explotaciones mineras a cielo abierto que se dieron durante mucho tiempo.
Fueron estas explotaciones las que en muchas ocasiones frenaron el avance del oso pardo a otras zonas de Asturias o Galicia. Los trabajadores de la minería en muchas ocasiones tenían en su paisaje algún oso pardo que bajaba a husmear a los cielos abiertos o a cruzar las carreteras que unían los cotos mineros con las poblaciones.
La facilidad que ha encontrado el oso pardo en esta región para poder crecer se ha debido a las grandes áreas que tiene sin población, a los frondosos valles cerrados de roble, encina y avellanos con una gran cantidad de alimento, así como a las escarpadas zonas de pizarras y mármoles.
No muy lejos de esta zona, en Ancares, aunque más difícil, también es posible realizar rutas en las que es posible la observación del oso pardo. Entre los pueblos de Peranzanes o Degaña dentro del Parque Natural de Fuentes de Narcea existe un tránsito continuo de estos ursidos.
También es posible encontrarse con ejemplares en la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses en lugares como Burbia, Suarbol o Balouta.
SOMIEDO
El Parque Natural de Somiedo en Asturias ha sido, probablemente uno de los actores principales en la conservación del Oso Pardo en la cordillera cantábrica. Desde Somiedo se han distribuido muchos de los osos que caminan tanto por Asturias como por León y Galicia.
El Parque está compuesto por cuatro valles: el de Somiedo, Pigüeña, el Valle y Saliencia. Los valles están perfectamente conservados lo que ha permitido que los osos pardos hayan tenido un gran refugio.
Aunque con mucha suerte la observación del oso pardo es posible en los bosques, estos están ocultos entre los abedules, hayas y robles de Somiedo. Aunque no es de extrañar que tras caminar visitando los algos, se pueda encontrar alguna huella, o algún excremento de este gran plantígrado.
En el Centro de Visitantes nos pueden informar de todo lo relacionado con el Oso Pardo en Somiedo. Entre los sitios que nos recomendarán estará el mirador del príncipe desde donde las vistas al valle son espectaculares.
MONTAÑA PALENTINA
A pesar de ser la población más pequeña de oso pardo cantábrico, la población que encontramos en montaña palentina tiene una gran influencia en las regiones colindantes, siendo esta comunidad la que puede ser observada en Picos de Europa en su vertiente cántabra y leonesa. Una de las amenazas que ha sufrido esta población fue la construcción de la estación de esquí en el Puerto de San Glorio.
La Montaña Palentina a diferencia del Alto Sil o Somiedo no posee esos grandes bosques que ha protegido a las poblaciones. En cambio lo escarpado del terreno y las zonas rurales despobladas les han ayudado a subsistir.
En el Parque Natural de la Montaña Palentina es donde podemos encontrar el mayor número de osos pardos. Desde Camporredondo o Cardaño de Arriba salen rutas que nos acercaran a montañas como Espigüete, Curavacas o las Fuentes Carrionas, que puede ser lugares en lo que podremos observar indicios del oso pardo.
Al sur de la Sierra de Híjar nos encontramos con un pequeño pueblo que nos recuerda que el oso es parte de su cultura, Brañosera, desde el que parten rutas que nos introducirán en terreno osero al 100%
PIRINEOS
Los Pirineos forman la cordillera más grande y elevada de toda la Península Ibérica y por extensión debería ser uno de los lugares más importantes para proteger a esta especie.
Pero no ha sido así, en Francia durante mucho tiempo ha existido una gran oposición a la reintroducción del oso pardo en los Pirineos.
Desde hace años han sido muchos los intentos de proteger la población de osos, que ahora mismo se estima en 50 ejemplares en todo Pirineos. Además el comportamiento de uno de los osos liberado procedente de Eslovenia, así como uno de sus vástagos, recientemente muerto, han creado reticencias entre muchos pobladores de los valles.
Podemos encontrar osos pardos tanto en los valles occidentales de Aspe y Ossau en Francia, en Navarra en el Valle del Roncal y posiblemente en la Cerdenya. Aun así, la observación del oso pardo en Pirineos nos podría llevar al Val d´Aran en los Pirineos centrales. Aunque muy difícil el avistamiento de los osos, dada su escasez, los caminos y la belleza de los paisajes en Val d´Aran o el Parque Nacional de Aigüestortes y el Lago de San Mauricio son una recompensa para todo aquel que quiera explorar la tierra del osos pirenaico. El trekking de los Carros de Foc en el Parque Nacional es una manera espectacular para conocer esos enclaves.
Igualmente un lugar maravilloso para poder conocer la tierra del oso de los Pirineos nos llevaría a realizar al Senda Camille, una preciosa ruta de varios días entre el Parque Natural de los Valles Occidentales en el Pirineo Aragonés y el Parque Nacional de los Pirineos en Francia.