Tras las Huellas del Gigante de Urbión – 2 días de desconexión y asombro
Prepárate para una escapada de dos días en pleno corazón del Parque Natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión, un lugar donde la roca y el agua cuentan historias milenarias.
Comenzaremos nuestra aventura recorriendo los senderos del macizo de Urbión, tierra de glaciares fósiles, pinares infinitos y lagunas de leyenda. Caminaremos entre crestas y collados, rodeados de silencio, y con suerte, con la compañía de algún quebrantahuesos sobrevolando nuestras cabezas.
Nos asomaremos al vértigo desde los miradores de Castroviejo, un laberinto pétreo que parece esculpido por gigantes. Visitaremos también Cueva Serena, un rincón escondido donde el agua y la roca se abrazan en una armonía perfecta.
Tendremos tiempo para refrescarnos en Playa Pita, junto al embalse de la Cuerda del Pozo, un remanso de tranquilidad que invita a sumergirse y parar el reloj.
Y como broche de oro, subiremos hasta uno de los lugares más simbólicos de toda la península: el nacimiento del río Duero. Desde este rincón humilde y salvaje comienza su largo viaje hacia el Atlántico, alimentando viñedos que nos regalan algunos de los mejores vinos de España —al menos, para mí, los mejores sin discusión.
Será una experiencia para reconectar con la naturaleza, respirar hondo y mirar lejos. Dos días de senderismo, paisajes únicos, y momentos que no se olvidan.
Itinerario
Día 1: Ruta de los Gigantes de Piedra y Aguas Eternas
Con las primeras luces del alba filtrándose entre los pinares, comenzamos nuestra travesía en el parking de la Laguna Negra, esa joya glaciar envuelta en leyendas. El aire es fresco, casi místico, y pronto el sendero se empina, llevándonos por una senda pedregosa que serpentea entre hayas y bloques erráticos hasta la Laguna Helada, una cuenca solitaria que parece suspendida en el tiempo.
Desde aquí, el terreno se vuelve más alpino, y encaramos el tramo más exigente: una ascensión firme hasta los Picos de Urbión, donde la vista se abre como un libro de geología viviente. En lo alto, el silencio lo llena todo, salvo por el susurro del viento entre los riscos.
Descendemos entonces hacia un rincón sagrado: el Nacimiento del Río Duero. Un hilo de agua que, con humildad, da origen a uno de los grandes ríos de la Península. Aquí el ritmo se suaviza un momento, permitiéndonos respirar profundo y conectar con la inmensidad.
Pero la ruta no ha dicho su última palabra. Queda un desafío más: el Risco Zurraquín. El ascenso es corto pero intenso, como una última prueba antes del regreso. Desde su cima, una vista panorámica despide la jornada. El descenso final es rápido, casi danzante, y nos lleva de nuevo a los dominios sombríos y mágicos de la Laguna Negra, cerrando este bucle de 14 kilómetros y 900 metros de desnivel positivo que deja huella no sólo en las piernas, sino también en el alma.
Día 2: Ruta del Duero Silvestre y los Ecos de Castroviejo – Duruelo de la Sierra
Partimos desde Duruelo de la Sierra, donde las casas de piedra guardan historias de nieve y leñadores. El sendero nos abraza pronto, fluyendo junto a la vertiente derecha del joven río Duero, que aquí canta con voz cristalina y aún no conoce la grandeza que le espera río abajo.
La senda asciende de forma amable pero constante, entre robles y los primeros pinos albares, con el sonido del agua como compañero fiel. La humedad y el musgo en las rocas nos recuerdan que estamos caminando por un paisaje forjado por el hielo y el tiempo. Alcanzamos entonces la Fuente del Berro, un rincón mágico donde el agua brota fresca y pura, y donde haremos un pequeño alto para respirar y recuperar fuerzas.
Con el ánimo renovado, encaramos el último repecho, corto pero exigente, que nos lleva a un balcón natural sobre el valle. Desde allí, el sendero se desliza por un mar de pino silvestre, altivo y sereno, hasta llegar a la Cueva Serena, un lugar de paz casi monástica, donde el silencio parece estar tallado en la roca.
Un breve tramo por carretera nos guía hacia uno de los parajes más singulares y fotogénicos de la sierra: Castroviejo. Las formaciones rocosas aquí parecen esculpidas por gigantes, y es el lugar ideal para parar, contemplar y dejar que el alma se extienda con el horizonte.
El regreso es una sinfonía de agua: bajamos por el arroyo de la Chorla, cuyas cascadas y saltos de agua nos despiden con frescor y belleza. Así cerramos esta ruta circular de 11 kilómetros y 500 metros de desnivel positivo, perfecta para una jornada intensa pero accesible, rica en contrastes y llena de rincones donde la naturaleza aún susurra.
Precio
4 personas | 6 personas | 8 personas |
288€/persona | 235€/persona | 210€/persona |
*Consúltanos! Vía email para información o contratación opcional con The Bear Outdoor.
Guía de viaje
Fechas de salidas
Se requiere un mínimo de 4 personas. Una reserva a nivel individual conllevará la espera de la formación del grupo.
Consúltanos! Salidas diarias a partir de 2 personas.
Alojamiento y Transporte
Consúltanos! Si necesitas traslados terrestres hasta/desde inicio ruta
Información adicional